
Matrimonios en Crecimiento 3

Matrimonios en Crecimiento 3
JUEGOS DE AZAR
¿Qué dice la Biblia al respecto?
El Anhelo de obtener ganancias rápidas y sin esfuerzo se ha convertido en una constante en la sociedad actual. Lamentablemente, esta búsqueda de beneficios inmediatos fomenta la ociosidad y el desinterés por el trabajo honrado y esforzado. El valor de las cosas se pierde cuando se desea obtener mediante el azar y las apuestas.
Los Juegos de Azar no generan ingresos; por el contrario, reducen los ingreso de quienes a menudo no pueden permitirse perder, transfiriéndolos a unos pocos ganadores. Los mayores beneficiados son, por supuesto, los operadores de los juegos de azar. La idea de que la práctica de los juego de azar puede reportar beneficios económicos es una ilusión. Además, los juegos de azar violan el sentido cristiano de responsabilidad hacia la familia, los ciudadanos, los necesitados y la iglesia. (1 Tesalonicenses 4:11; Génesis 3:19; Mateo 19:21; Hechos 9:36; 2 Corintios 9:8,9).
El diccionario de la Real Academia Española define el azar como "causalidad, caso fortuito", y sus sinónimos incluyen ventura, albur, acaso, eventualidad, fortuna, suerte. Además, denomina el azar como "desgracia imprevista", con sinónimo como fatalidad y accidente. La definición básica de "apostar" en el diccionario es "participar en un juego por dinero o bienes; apostar sobre un resultado incierto".
Una descripción legal más precisa puede ayudar a los cristianos a comprender los juegos de azar y a diferenciarlos de las transacciones legítimas en las que los esfuerzos creativos, las habilidades útiles y las inversiones responsables -con previsiones de rentabilidad positiva, al menos a largo plazo, además del valor inherente del riesgo marginal que toma- son factores integrales. Una persona se involucra en los juegos de azar cuando invierte o arriesga algo de valor en el resultado de una competencia de suerte o un evento que está supeditado al futuro y no está bajo su control o influencia. Los juegos de azar carecen de transacciones comerciales de buena fe que sean válidas bajo la ley de contratos, tales como la compra o la venta de valores o materias primas en una fecha futura, de contratos de naturaleza resarcitoria o constitutivos, o de seguros de garantía financiera, de vida, de salud o de accidente.
El valor de las cosas se pierde cuando se desean obtener mediante el azar y las apuestas.
Los juegos de azar, por tanto, son reconocidos como cualquier actividad en la cual la riqueza cambia de manos, principalmente sobre la base de la suerte, y presentan un riesgo para el apostador. Este significado aclara que tales acciones no tienen un sentido simplemente como hechos imprevistos, si no que finalmente solo alimentan la idea de la falta de laboriosidad y esfuerzo , promoviendo la poca disposición para efectuar trabajos y participar en esfuerzos. Esta práctica de azar y las apuestas solo genera ambición.
Existen normas para el entretenimiento y la recreación que nos permiten ver con claridad que necesitamos prestar atención a asuntos más prácticos que generen una mentalidad más positiva y productiva en la vida.
"El corazón y la mente son los dos centros desde los cuales fluyen la conducta humana. En Mateo 12:33-35, Jesús menciona que las acciones y las palabras dependen del corazón, mientras que el sabio declara: "porque cual es su pensamiento en sus corazón, tal es el" (Proverbios 23:7). Por esa razón, David ora repetidamente para que Dios examine el inventario de su mente y corazón (Salmos 26:1-7), para que elimine cualquier "camino de perversidad"". (Samos 139:23,24).
Los juegos de azar no general ingresos; por el contrario, los reducen.
El pensamiento humano siempre busca distraerse de manera simple y con supuestos beneficios o ganancias; sin embargo, en el ámbito cristiano se consideran con mayor detenimiento las prácticas recreativas como una acción para el verdadero crecimiento humano y no algo que ilusione y finalmente destruya y se convierta en una adicción.
"El cristianismo de ninguna manera es contrario al entretenimiento sano y la verdadera recreación. De hecho, los juegos, la música, la lectura, escuchar la radio o ver la televisión pueden ser beneficiosos y edificantes. Sin embargo, los cristianos son tentados, a participar en actividades inmorales. La infiltración de los valores de la sociedad, unida al deseo de no parecer excéntrico, puede llevar al compromiso. Lo atractivo del entretenimiento, con su llamamiento a los fuertes impulsos del cuerpo, la mente y el corazón. hace vulnerables a algunos cristianos. La falta de esfuerzo creativo y consciente por parte de la iglesia, la familia y la sociedad para proporcionar entretenimiento sano y bueno puede crear un vacío peligroso de aburrimiento. Finalmente , los ejemplos de los adultos a menudo orientan a la juventud en una dirección que contradice lo que les enseñan y profesan".
El Términos de salid espiritual, necesitamos tomar en cuenta que todo lo que tenemos y somos se nos ha prestado, y por tanto solo administramos. Debemos tener cuidado con el uso, la inversión y el manejo de los recursos y bienes que hemos recibido. Así lo describe la escritora Elena G. de White:
"Satanás, ha inventado muchas formas de dilapidar los medios que Dios a dado. Los juegos de naipes, las apuestas, los juegos de azar, las carreras de caballos y las representaciones teatrales son invenciones suyas, y él ha inducido a los hombres a promover estas diversiones con tanto celo como si estuvieran ganándose la preciosa dádivas de la vida eterna. Los hombres gastan sumas inmensas en estos placeres prohibidos, y como resultado su capacidad, que ha sido comprada con la sangre del Hijo de Dios , es degradada y corrompida. Las facultades físicas, morales y mentales que se han recibido de Dios y que pertenecen a Cristo, son utilizadas celosamente al servicio de satanás y para alejar a lo seres humanos de las justicia y santidad".
Los juegos de azar hacen que la riqueza cambie de manos, y presentan un riesgo para el apostador.
Además, añade: "Hay diversiones, como el baile, los naipes, el ajedrez, las damas, etc., que no podemos aprobar por que el Cielo las condena. Estas diversiones abren las puertas a un gran mal. Su tendencia no es benéfica, sino que ejercen una influencia excitante y producen en algunos una pasión que los arrastra a los juegos de azar y a la disipación. Todos esos juegos deben ser condenados por los cristianos y reemplazados por algo perfectamente inofensivo".
El pensamiento humano siempre busca distraerse de manera simple y con supuestos beneficios o ganancias.
Vivimos una vida cercana a Cristo nos motivará a abandonar todo aquello que sea nocivo y de practicas de "suerte", llevándonos a hacer todo aquello que sea productivo y nos permita hacer todo aquello que sea productivo y nos permita hacer buenos tratos y negocios sin el riesgo de perder lo que Dios mismo nos concedió. Por su parte, todo lo relacionado con el azar conlleva una acción de poca productividad moral, espiritual y laboriosa, llevándonos a participar de la ociosidad que se requiere en la vida para sobrevivir en un mundo de muchas dificultades.
Haz memoria de tu vida, recuerda cómo el trabajo honesto y el esfuerzo traen al alma humana la satisfacción y la alegía de lograr las cosas de valorarlas. Pero quien apuesta y juega con el azar siempre está bajo la incertidumbre, la asiedad y el estrés de ver si logrará lo deseado o no, y al final, si lo logra, se queda con la preocupación de que tal vez no sea suficiente y vivir con el deseo de buscar más sin saciedad. No caigas en ese laberinto.
Artículo tomado de la revista ENFOQUE de nuestro tiempo. Edición Núm. 1, Año 40